En el estudio de Andrés
El pasado Jueves subimos al estudio de Andrés para tocar sobre un equipo profesional. Además, era la primera vez que tocábamos con batería y bajo. Lo cierto es que aquello sonaba bastante mal, a mí no me salían la mitad de los punteos, la voz desafinaba como un jabalí en celo y el bajo, bueno, el bajo creo que estaba bien. Lo bueno de todo esto es que me he puesto las pilas y estoy progresando mucho con la guitarra. Aitor también hace lo propio y me llama para cantarme villancicos. Y Mar supongo que también porque si no me meo en su garaje. El año pasado tenía una profesora que decía que equivocarse es una bendición si te das cuenta. Supongo que tenía razón.